martes, 13 de mayo de 2008

Complices...


Son muy pocas las personas que puedo considerar amigas, porque esa palabra tiene todo mi respeto y hay gente que la utiliza para referirse a cualquier ser que haya conocido en algun justo momento.
pero los amigos no son cualquier ser, si no ¨criaturas especiales¨, aveces siento que vienen de otro planeta, del de los amigos donde los hombres son ángeles y las mujeres hadas...porque llegan momentos que los analizo detenidamente y por mas que les busco defectos solo encuentro uno que otro error, sin importancia, los considero tan mios como de ellos; yo he tenido muy pocos, dos ya se fueron...en este tiempo conservo una sola amiga y ella sabe que lo es, pero hoy mas que nunca recuerdo la vez cuando conocí a Leda, era una niña enferma, al igual que yo, pues pase mucho tiempo de mi niñez internada, y Leda fue no solo mi vecina de cama, si no también mi compañera de juegos y mi mejor amiga; ella era la clásica niña vaga y revoltosa, la enfermedad no la detenía para hacer travesuras se colgaba del tubo de las cortinas que dividían el cuarto que compartiamos y decia que volaba, cuando sentia dolor se arrancaba la manguera del suero haciendo que la sangre le brotara en su mano, y para obstruir la hemorragia arrancaba pedazos de las sabanas blancas; despues gritaba asustada para que alguien viniera, y cuando aparecia su doctor simulaba estar desmayada, (eso era con el fin de concentrarse en otra cosa y olvidar su dolor) yo la observaba de cercas y tambien cerraba mis ojos para hacerme la dormida siguiendole el juego, me era mas imposible que a ella levantarme de cama, mi cuerpo me pesaba y el solo sentarme me provocaba mareos, asi que apoyaba sus locuras desde mi cama, porsupuesto que al preguntarme que habia pasado yo nunca sabia nada, ella me agradecia el gesto terminandose mi comida, escondiendo mis sabanas vomitadas o durmiendo todas las noches a mi lado, pues conocia muy bien mis temores; una mañana la dieron de alta, antes de irse me presento al ser mas maravilloso que era su amigo me dejo en sus manos y yo me senti feliz, pero tambien muy triste porque la extrañaba demasiado, asi que le rogue a mi madre que me sacara de ahí, y lo conseguí, como estábamos en otra ciudad mama consiguió una casa frente a la de Leda, y a pesar de su debilidad me visitaba todos los días, entraba en mi recamara y después de cerrar la puerta con cerrojo, se acostaba sobre la alfombra para dormir mas de dos horas, yo cuidaba su sueño mientras le cantaba y procuraba que nadie entrara y la encontrara tranquila, le prometí que jamas diría que dormía porque si la descubrían la harían regresar a la clínica, cuando se despertaba me bajaba hasta ella y jugábamos a las muñecas, a bañarnos en la tina regando todo el jabón o simplemente a rodar o brincar por todos lados, odiábamos el sol porque nos hacia grietas en la piel, y admirábamos la luna por su luz inlastimable, la mayoria de las veces mirabamos por la ventana, desde ahi se veia su cuarto, con cortinas de plaza sesamo y un girasol de hule sembrado en una maceta, cada vez llegaba con una travesura nueva, y yo le contaba un cuento, un dia llego mas fatigada que nunca, habiamos planeado salir a jugar al jardin, pero se nego, me entrego su muñeca, me sonrio y prefirio dormir en mi cama, mientras lo hacia yo toque su frente que ardia, le tome la mano y al soltarla mis dedos quedaban marcados en su piel, su respiracion hacia un ruido extraño y sus ojos estaban semiabiertos, los labios los tenia inflamados y secos, puse mi cabeza en su pecho y escuche su corazon latiendo aceleradamente, un escalofrio recorrió mi cuerpo presenti que algo no andaba bien, asi que abri la puerta y sali a buscar a sus padres, ellos acudieron de prisa alarmados, mientras llamaban al doctor, yo lloraba en mi rincón, mi hermana me consolaba, la sacaron dormida me comento mama, la llevarían a descansar y a tomar sus medicinas, prometieron que la volvería a ver mañana...pero eso nunca paso...
Laura Elizabeth Doñate Alarcon, murió un dia como hoy, 13 de mayo de 1990; a la edad de 10 años.
y aunque han pasado ya muchos años, yo la recuerdo como lo que significo para mi, ella fue mas que una vecina mi compañera, mas que una amiga mi hermana y mi entrañable cómplice.

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