lunes, 13 de julio de 2009

Sin fondos...


No se si les a pasado alguna vez, pero ya me di cuenta de que es sumamente bochornoso...

Últimamente he tenido muchos gastos y salidas de dinero que no regresa, y por mas que intento ahorrar para causas prioritarias, no me ha sido posible;
Pero me di cuenta de que necesitaba hacer unas compras personales de suma importancia, y para evitar gastar de mas, traía solo el efectivo con el contaba en ese momento, pero ya estando en plena acción, se me fueron los ojos directamente hacia una hada azul sentada sobre una estrella de cristal que al agitarla desprendía en su interior liquido decenas de burbujas de colores, estaba ¨fantástica¨, me impacto, era algo hermoso y sin pensarlo mas la tome con precaución y la acomode en mi carrito de compras, después busque a mi alrededor para cerciorarme de que hubiera otra figura de esa misma especie, pero no encontré nada mas, así que me dirigí a la enorme fila de la caja feliz por mis compra y sin dejar de acariciar y admirar la magnifica escultura de porcelana que llevaba entre mis manos, peeeeero... a la hora de pagar me di cuenta de que mi presupuesto no era suficiente, conté mas de tres veces mi saldo en efectivo y me faltaban cerca de 500 pesos para completar mi compra, (quizá no sea mucho pero en ese momento me pareció una fortuna) la muchaha de la caja estaba mostrándose impaciente y mucho mas la gente que tras de mi esperaba su turno para pagar sus compras, la ansiedad me invadió al igual que el nerviosismo, me rascaba la cabeza desesperada por encontrar entre mi bolso algún dinero extra desbalagado entre los diez bolsillos interiores, entonces me sentí pésimamente mal porque no concebía la idea de tener que dejar mi hada pues era lógico que los demás artículos comprados me eran mas importantes, y aunque llorara y pataleara no estaba mi mamita cerca para sacarme del apuro, así que tuve que decidirme y dejar mi fantástica hada en el mostrador de la caja, y al hacerlo se escucho un suspiro de alivio entre la gente que esperaba, rápidamente la joven bajo la escultura y me devolvió mi escaso cambio antes de que me arrepintiera ...
Salí desganada del lugar y lamentándome, en fin, al menos mi sobrante me ajusto para comprarme una nieve de chocolate con fresa tan rica que hasta el disgusto se me paso...

(Alguno de estos días cuando tenga mucho dinero volveré a esa tienda y me comprare todas las hadas que encuentre...)


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