Nuestro encuentro fue en una choza pequeña, dos recamaras, un baño, una sala y su comedor; al frente y atrás dos grandes ventanales de cristales finos, en uno de los cuartos se atiborraban los trikes y chunches que nadie ya ocupaba, en el otro cuarto una grande King sise.
nos introducimos en ella, yo puse música mientras tu te recostaste en la cama, algo pareció obstruir tu ojo y yo me ofrecí a ayudarte, cayendo en tu trampa, abrazaste mi espalda y yo te mire los labios, el cabello te cubría la cicatriz de tu frente, yo te bese primero impregnándome los labios de tu sabor chocolate, tu besaste mi cuello y yo te quitaba la ropa, la luz quedo encendida encontrándome ida admirando tu cuerpo desnudo, tus manos intentaron quitarme la ropa, y yo te dije - no - saboreando tu boca, me levante al instante y salí de ese cuarto y su fragancia excitante y me dirigí a la playa para enjuagar mi boca con el agua salada...
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