martes, 22 de mayo de 2018

Bajo la Tormenta...


Le apague el cigarrillo porque ella sabe que no soporto ese humo... se lo arrebate molesta porque no me estaba poniendo la atención que yo necesitaba... ella también estaba algo preocupada, me lo había hecho saber recientemente y después de analizar las situaciones de ambas habíamos decidido ocuparnos seriamente de nuestros asuntos...
Pero parecía que los estaba tomando a la ligera, la observaba tan tranquila mientras yo le trataba de dar una solución, y ella seguía haciendo una bobada desde hacia ya unas horas... pues le dio por encender cigarrillos para después aplastarlos girando sobre ellos con un solo pie en el piso...
-Oye Sayloor, ¿no te da weba hacer eso? ya deja esos cigarrillos en paz, jamas lograras exterminarlos-
Le dije muy seria al verla recogerlo del piso
-No me da weba, al contrario me entretiene un poco hacerlo y me activa, porque últimamente esta vida se a vuelto muy tediosa, con tantas marchas y huelgas, eso si que da weba-
-Las marchas y huelgas si son tediosas, pero de alguna manera no ganas mucho destruyendo ese veneno, cada día lo reproducen las grandes fabricas-
-Me da igual, no se acabara este veneno como bien tu dices, pero tampoco la estupidez de quien lo consume-
-Pues mientras se siga fabricando, habrá consumidores-
-Es al revés, mientras haya consumidores, los seguirán fabricando-
-Y tu desbaratandolos-
-No, mi chula, yo solo relajándolos-
-¿Relajandolos? ¡Por dios! no entiendo tus rarezas, yo soy rara, pero tu me sobrepasas-
-Yo no soy rara, tu, si eres rara, yo mas bien soy algo pendeja-
Me dijo caminando sin prisa aunque empezaba a caer una brisita, se dirigió hacia una coladera y arrojo sin mas dentro de ella la recién aplastada colilla
-¡Nooo! por favor... ¿porque hiciste eso? quizá llueva en un momento y tu bloqueando con basura las coladeras, no es justo, que inconsciente eres-
Le reclame encendiendo la luz de mi celular para alumbrar al fondo de la coladera
-¡Ay! no exageres, como si tu nunca hubieras tirado basura alguna vez en tu vida, es solo una vagancia, no pasa nada, pero si quieres abrimos la coladera y te metes a sacar la colilla, no vaya a inundar la ciudad-
Me dijo burlandose
-Una sola no la inunda, pero esa colilla se junta con otro tipo de basura y obstruye una coladera que si puede inundar una parte de la ciudad-
Le dije, pero no le importo, me ignoro y saco otro cigarro buscando encenderlo, cruce mis brazos frente a ella y la observe molesta, siguió ignorándome pero me dio gusto cuando me di cuenta que su inseparable encendedor zippo se le había estropeado, y ya no sacaba ni una sola chispa, furiosa lo aventó también a la coladera
-¿Es enserio?... para vagancia ya es mucho, me estas decepcionando-
Le dije dando la media vuelta para subir los 3 escalones que llevaban a la puerta de cristal de la cafetería de esa plaza comercial, ella no me siguió... y no me importo...

Mientras subía comenzó a llover mas fuerte así que acelere mi paso, la gente a mi alrededor hizo lo mismo, corrieron buscando un lugar para guarecerse, yo entre a la cafetería y me quede de pie observando como el agua comenzaba a caer con tremenda furia, de repente los arboles se movían con fuerza, y en la avenida comenzó a correr un arroyo percudido, aun así me parecía hermosa, las gotas gruesas del agua salpicaban las banquetas que arrojaban un leve vapor, el calor se sentía mas fuerte, pero era soportable, me pregunte de repente ¿cuando había dejado yo de disfrutar esas aguas cayendo sobre mi cuerpo?...
Mi mente se fue hasta aquellas veces...mientras me desprendía de prisa las barras de metal que atravesaban por mis piernas y terminaban en mis horribles botas ortopédicas, para descalzarme y chaspear en los charcos aunque fuera sentada porque no podía mantenerme en equilibrio... tenia 6 0 7 años y nada me hacia mas feliz que revolcarme en el agua que corría sobre el piso cual arroyo de asfalto... se respiraba el aroma a tierra mojada aunque no fuera un campo, añore esos tiempos, cuando nada me importaba, mas que leer un libro frente al cristal de una ventana mientras veía caer la lluvia...
¿Era feliz en ese tiempo?... si... por espacios lo era... porque la felicidad se da en momentos... como esos...
No tanto como los de ahora, donde el mal gobierno se adueña de las horas simples... donde la política se respira como smog, contaminando almas y mentes... donde un polvo blanco adictivo y perjudicial tiene al mundo en movimiento... todos van tras de el... el dinero principalmente, le siguen los débiles, los ambiciosos y ansiosos de poder, la mafia cada vez mas corrompida, porque antes me contaba mi abuela que la mafia era hasta respetable, la gente admiraba al famoso "al capone", porque el tenia aun respeto, no se metía con las familias, ni con los jóvenes o mujeres, mucho menos con los niños, pero a los delincuentes y sicarios de ahora, les ha importado en lo mínimo, tener respeto... son personas sin valores y sentimientos se han apoderado del pueblo, hieren, torturan y asesinan a quien sea que se les ponga en el camino, sin importarles la mujer preñada, el anciano, el animal o el niño... y todo... todo, todo, por culpa de ese maldito polvo blanco... por el asesinaron cruelmente a mi hermano... pensé nostálgica...
-Vente, no te quedes ahí, vamos a bailar bajo la lluvia, que tormentas como estas llegan, hacen su relajo y se van-
Me dijo sacándome repentinamente de mis elucubraciones, no la vi entrar solo la sentí jalarme hasta afuera del café, cruzar la avenida para llegar al campus abierto de la universidad y empujarme con fuerza al césped que estaba inundado de agua de lluvia, tan clara que parecía una pequeña laguna...
-¡Mi celular!-
Le dije
-Que importa-
Me dijo
-Se va a empapar-
Le dije
-Te doy el mio-
Me dijo
-Me gusta este-
Le grite, intentando salvar el artefacto, pero ya era muy tarde, estaba totalmente inundado...
-Se me ha estropeado-
Le grite de nuevo
-Compraremos ahorita otro-
Me dijo
-No traigo efectivo-
Le grite de rodillas
-Pues vas y vendes una vaca-
Respondió, mientras giraba cantando en la laguna improvisada por la lluvia con las manos levantadas, tan sonriente, como si nada mas importara, como si ambas no tuviéramos asuntos pendientes que nos atormentaran... ¿Atormentadas?... no... para nada...
Mi amiga se veía feliz, y yo... yo también quise ser feliz en este breve momento... total como bien lo había dicho ya, "las tormentas llegan, hacen su relajo y después se van"...

¿Y mañana?... mañana otra vez el sol saldrá... cante con ella...

Bailando bajo la lluvia
Envenenada de ti
Bailando bajo la lluvia
Te digo a todo que si...
Bailando bajo la lluvia
¿Que mas se puede pedir?...