-¿Quien es ese muchacho?-
me pregunto mi madre después de entrar sin tocar a mi cuarto
-¿que muchacho?-
le pregunte también
-ese que esta lavando los autos-
-¡ah!... ¿ya vino?...-
le pregunte corriendo a la ventana para asomarme un poco, y distinguí su porte tan desgarbado y sencillo
-¿donde lo conociste?, no me da confianza-
me interrogo de nuevo
-lo conocí hace días, en la agencia de autos que esta por la insurgentes, cuando me mandaste a preguntar por los seguros-
le dije, antes de salir de mi habitación, baje las escaleras con ella tras de mi, no me detuve hasta llegar al jardín, el chico me vio y dejo de tallar las llantas de uno de los autos
-hola señorita-
me saludo
-hola zurdoman-
lo salude tambien
-batalle mucho para dar con su casa, esta muy retirada-
me dijo exprimiendo la franela con la que secaba el auto
-si, te lo advertí, pero que bueno que estas aquí, esta es tu casa, nos vemos en un rato ¿ok.?-
subí al auto de mi hermana que me esperaba impaciente, le dije bye a mi mama y ella movió la cabeza como si estuviera en desacuerdo conmigo
-no se tarden, las espero en media hora-
nos ordeno, le dijimos que si, mientras mi hermana arrancaba el auto, y pude ver por el espejo que mama saludaba al chico cordialmente, ella es tan linda con la gente, por eso y mas la admiro demasiado.
Conocí a zurdoman, en la agencia de autos como ya lo dije, mi madre me había enviado a preguntar por un seguro para su camioneta, yo ya estaba impaciente, así que me levante a la maquina de jugos y la moneda se me atoro, pensaba en patear el armatoste cuando alguien acciono el botón mas fuerte haciendo caer al instante el bote de jugo, lo saco del contenedor, lo abrió y me lo entrego
-gracias-
le dije
-no me de las gracias señorita, mejor deme un autógrafo-
me dijo muy serio
-jajaja, un autógrafo, muy bueno tu chiste-
le dije
-no es chiste, ¿usted me conoce?-
me pregunto
-claro que no, ¿porque me lo preguntas?-
-porque yo si la conozco, y es que...
solo los tontos
se enamoran igual que yo
con una mirada
con una sonrisa y zas...ya cayo-
-jajaja-
me reí por la canción que cantaba el chico, me miro de pies a cabeza y yo lo imite
-yo soy así, como dice esa canción, me enamoro con una sola mirada-
me dijo después
-pues yo soy difícil para enamorarme de alguien-
le dije
-si me conociera, a mi, se enamoraría al instante-
me aseguro, yo volví a reír
-eres muy gracioso, me caes bien-
le dije
-tu eres muy amable, como te llamas-
-(J)-
le dije
-tu nombre me suena a una fragancia de perfume fino-
me dijo
-jajaja, nunca me habían dicho eso, ¿y tu como te llamas?-
-yo soy el zurdoman-
me dijo orgulloso levantando los brazos para mostrar sus músculos, lo observe bien, su ropa sencilla le daba apariencia de un chico de barrio
-zurdoman no es un nombre, mas bien suena a héroe de comics-
le dije
-me gusta eso, digamos que soy un héroe de comics, ¿quieres ser la heroína?-
-no, yo no soy tan valiente, no creo que te seria de mucha ayuda, ¿trabajas aquí?-
le pregunte
-si, soy el que lavo los autos, me quedan relucientes, aunque también hago otra cosa, pero esa te la diré cuando aceptes conocerme-
me dijo
-mmm, eres misterioso por lo visto, ¿sabes algo de mecánica?-
-si-
-hay un auto descompuesto en la casa, ojala pudieras arreglarlo, se me antoja para irme en el a la playa-
-¿quieres que te lo arregle yo?-
-si puedes claro que si-
le dije
-ok, entonces tendrás tu carro listo para la playa y yo un buen billete para tomarme unas vacaciones también-
me aseguro, saque una libreta de apuntes de mi bolsa arranque una hoja y le escribí mi dirección
-aquí vivo, pero esta muy lejos, cuando vayas a ir, marcame antes a mi celular y yo te indicare como llegar-
-ok, así sera-
me dijo tomando la hoja sin verla, y guardándola en una de las bolsas de su pantalón roto
-¿quieres un refresco?-
le pregunte, el me miro de nuevo y movió la cabeza, antes de contestarme un hombre bien trajeado se acerco a nosotros
-¡hey! zurdoman ya te hemos dicho que no molestes a los clientes, vete a tu trabajo-
le ordeno altaneramente
-el no molesta-
le dije al tipo
-claro que si, ese molesta a todo mundo-
aseguro
-¿ya tiene mi cotización?,-
-si a eso vengo, aquí la tiene,-
-gracias-
le dije, se la tome y me di la vuelta dándole la espalda, y es que ese tipo de personas son las que mas flojera me dan, suelen ser altaneras y déspotas solo por tener un rango mas arriba que los demás, su traje elegante y su corbata fina, solo dejaban ver lo lindo de su exterior, pero lo que realmente son, lo mas feo, lo tienen guardado en su interior.
llegue a mi casa pensando en el zurdoman y en su sencillez, busque una de mis varias cajas de pastillas para tomarme una, mientras recordaba su figura recta y su rostro hermoso aun detrás de esa barba a medio afeitar, su ropa rota, aparentaba todo lo que no era, pero lo que mas me gusto fue su agradable escencia...
pese a su problema tan notorio de retrasado mental.
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