De los olores malos, el que más odio es el del cigarro...
Lo aborrezco, me parece nauseabundo...
Me da náuseas cuando veo a las chicas con uno en sus labios... quisiera arrancarselo y mostrarle lo horrible de su aspecto, contrario a lo que piensan ellas de como se ven a mi me parece patético...
Se ven vulgares con su pierna cruzada cual prostitutas...
Odio el cigarrillo... odio su olor y odio que sea el causante de tantas muertes... de tanto cancer...
De tantas malformaciones físicas y mentales...
Las personas que lo inhalan deberían usar una burbuja de acero en sus cabezas, como la de los astronautas... que lo disfruten ellos, yo no tengo porque tragarme su humo...
Odio el cigarrillo porque su humareda me transporta alla... a esos años escasos... cuando el se adentro a mi cuarto y con su boca apestosa a humo me besaba... odio esos años porque no podía defenderme... odio a ese hombre que esa noche me marco con humo... odio a ese tio... como odio al cigarrillo...
Odio esta noche, porque debería ser un festejo... pero a quien debía festejar no esta... se fue... ha muerto...
Odio toda mi actitud porque me pone estúpida...
Pero quizá un día de estos entenderé al fin que no era eso, que no era yo, que más bien es por esto, por lo de hoy, o lo de ayer... lo de esa noche tal vez, pero no importa cuán dañado se este realmente, no es mi deber sanarle...
(No hagan caso a esto ultimo... quizá sea una incoherencia más porque estoy humeada)...
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