-Quiero un chocolate-
Le dije, me dio la espalda para ponerse de pie y camino hasta el mueble donde aguardan mis ferreros, tomo la caja completa y me la acerco, agarre uno y le invite otro, dudo un poco, pero finalmente lo tomo; le sonreí y me recoste de nuevo saboreando el delicioso chocolate fino, simplemente mis favoritos.
Se acercó a mi disfrutando el suyo, su espalda seguía mojada, su cabello estaba húmedo del sudor que recorría su cuerpo por la reciente agitación tan placentera
-esta rico... ¿Verdad?-
-si, aunque no me gustan mucho estos si están ricos-
Me dijo sonriendo, me encanta su sonrisa, su rostro se ve hermoso cada vez que me sonríe.
No pude evitarlo más y me acerque a sus labios
-sabes a chocolate-
Le dije totalmente excitada y, de nuevo sus besos me callaron;
Lo que siguió ya han de imaginarlo... y es que no hay nada más placentero que esa mezcla de amor, chocolate y sexo.... ¡Uff!...
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