Cansada del camino, sedienta de ti
un desierto he cruzado,
sin fuerzas he quedado, vengo a ti.
Luché como soldado y a veces sufrí
y aunque la lucha he ganado,
mi armadura he desgastado, vengo a ti.
Sumergeme!!
en el río de tu espíritu,
necesito refrescar este seco corazón, sediento de ti.
(dame de tu fortaleza Señor...quiero seguir, pero me siento fatigada)
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