Me recosté fatigada sobre su pecho...
mi respiración se entrecortaba mientras me aferraba a sus brazos... estaba siendo placentero, pues después de un buen tiempo sin sentirme amada, valorada... estaba ahí demostrándome que aun yo seguía siendo una mujer, que necesitaba caricias y besos pero sobre todo hechos... y no solo palabras...
en su mirada profunda me transmitía su sentir... a pesar de que yo al principio no podía concentrarme, pues me ganaba la ansiedad... me detuve un momento pensé en no poder continuar, pero suavemente se acerco a mi oído y entre susurros pregunto ¿que pasa?...
-no puedo-
le respondí apenada
-¿no puedes o no quieres?-
me cuestiono
-no puedo... no se que mas sigue-
me miro un momento, y repentinamente se volteo con fuerza y se puso sobre mi...
-solo déjate llevar-
me susurro de nuevo, y yo obedecí, le obedecí con todas mis ganas que traía acumuladas... y la verdad, fue mas que estupendo...
sin dudar una de mis mejores noches...
recostada seguí sobre su pecho, respirando su aliento tan cercano a mi... escuchando cada latido de su corazón...
-¿como estas?-
le pregunte despacito, mientras levantaba un poco mi vista para mirarle a la cara... y su respuesta fue solo una picara sonrisa...
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