Desorden...

El timbre del celular me volvió a la realidad, pues al buscarlo mientras escuchaba el sonido me di cuenta del gran batidero que tenia en mi habitación, sali hasta la sala de entrada y estaba peor,

-no se como puedes vivir en un lugar como este-

seguro me diría mi madre si viniera a visitarme, entonces yo miraría a mi alrededor y estaría de acuerdo con ella, y es que de verdad no se como vivo en este sitio tan desordenado, y tampoco recuerdo el día que me volví tan desordenada, creo que voy como los cangrejitos caminando para atrás en lugar de hacia adelante, porque haciendo cuentas resulta que hace ya un mes me mude de nuevo a mi departamento, si, al fin deje mi dulce hogar para refugiarme en este sitio que me resultaba acogedor, pero ahora ya no me lo parece, tuve que decidirme a dejar mi hogar porque...

1.- ya estoy bastante grandecita como para vivir bajo el mismo techo de mi madre, y no es que yo le estorbe, no para nada, simplemente que su reciente decisión de vivir con su novio me hizo pensar y pensar en que debía hacerme a un ladito y dejarle el espacio al odioso de su marido, porque igual ya no podría irme a meter a su cama cuando se me antojara, y aria el berrinche de mi vida al ver que ya estaba ocupada, así que mejor pinte mi raya, y de verdad que ya era hora...

2.- Necesitaba vivir sola desde hace tiempo, pero siempre fracasaba, pues mis miedos me intranquilizaban, pero anoche al ver mi tiradero, imagine que así mismo tenia el interior de mi cabeza, osea un gran desbarajuste emocional, y no es raro en mi porque nunca he estado 100 % cuerda, aunque no niego que ha habido momentos de lucidez...

Pero en fin creo que ha llegado el momento de hacer un reecuento de todo lo que he pasado, sea malo o bueno y poner un stop, a los arranques sin razón, así que desde hoy voy a poner los pies sobre la tierra, los dos, (aunque estén planos) y voy a comenzar por ser mas madura y asi mismo aprender que cada situación por cualquiera que sea su causa, tendrá un efecto, y que cada vez que me tropiece tenga la fuerza para ponerme de pie y proseguir aun con mis rodillas raspadas o ensangrentadas, así que atrás dejo todo, absolutamente todo, y hoy empiezo de nuevo a construir mi destino... ¡¡he dicho!!...

Y bueno ya que pienso ordenar mi vida, emm ... pues debo comenzar por ordenar mi departamento, uff...

(que flojera)