martes, 10 de febrero de 2009

Antes del reencuentro...


Pensaba en que muchas veces hablo por hablar, y me muerdo los labios para detener mi voz, y así evitar ofender a nadie, pero mis remordimientos no me dejan en paz y se me escapan de mi boca todos los comentarios y sucesos guardados, es inútil después tratar de remediarlo pues lamentablemente me he topado con personas igual o mas sensibles que yo, apenas pueden con sus traumas y yo con mis buenas intenciones que resultan ser malas termino por echar a perder el momento
siempre pasa así, es por esa razón que me gusta mas escribir que hablar, porque si escribo puedo tener el tiempo para borrar cada mala palabra escrita, pero al hablar las palabras quedan y es difícil olvidarlas
ya no se como actuar ante los demás, si hago algo que me pareció bien, resulta que estuvo mal, y si me niego a hacer algo que a mi parecer esta mal, termino por equivocarme de nuevo
por eso nunca he sido sociable, siempre escurridiza, no me gustan las miradas sobre mi, porque me intimidan, y tiemblo ¿pero quien podrá entenderme?
siento que es necesario dejar de sentirme tan culpable de las circunstancias que provoco, mi palabra de siempre es la de -perdóname-, ¡y ya basta!, que me perdone Dios, y solo El
si cometo tonterías, no voy a subajarme mas ante nadie, quien quiera estar conmigo va a tener que aceptarme como soy, y jamas pretenderá cambiarme (¡he dicho!)
por eso he tomado el teléfono de nuevo para aceptar la invitación de mi antigua compañera de clases de la escuela preparatoria, quien atentamente me busco por cielo, mar y tierra (así me dijo ella), para suplicarme que este presente en el convivió que organizo para reunirnos a todo los de nuestra generación después de unos años
al principio me pareció aburrida la idea, y me negué, argumentándole que no me importaba mucho ver a mis ex-compañeros, pues me valía un comino su vida y lo que estuvieran haciendo, ademas no tenia ánimos para viajar hasta la ciudad donde había estudiado, puesto que acababa de llegar de un largo viaje y me sentía fastidiada para volver a subirme a un avión, obviamente la chica se molesto y me dijo que no esperaba esa respuesta mía, porque siempre me considero respetuosa y que aunque me pareciera absurdo ella si deseaba saber de mi, y de los demás, que de cualquier manera esperaba contar con mi presencia ese día, le dije que no pasaría eso, y que le deseaba que todo saliera bien, pero colgué el teléfono muy apenada por mi respuesta tan fuera de lugar, y es que precisamente había tenido una seria discusión unos minutos antes de su llamada, con... mejor no digo... (y por eso termine desquitandome con ella ) pero después de dos llamadas mas de su parte me he decidido a aceptar, y por supuesto las preguntas, dudas e incertidumbre se han confundido con mi nerviosismo al recordar a la mayoría de mis ex compañeros, jóvenes recién salidos de la adolescencia, con todos los defectos a cuestas, pero felices y sonrientes, y repentinamente recordé a alguien que significo mucho para mi, y en lo interesante que seria el reencuentro, así que pues llegue a la conclusión de que después de todo la idea de la famosa reunión, no era nada... mala...

(mmm) bueno me voy porque de nuevo tengo que alistar mi maleta ...


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