Que fácil se nos hizo amarnos a escondidas
comprar un paraíso en el ultimo piso frente a donde vivías
Un amor sin permiso dos llamas encendidas
y nació un compromiso en el último piso cuando aún me querías
hoy estoy sola con mi conciencia
con mi pecado y mi penitencia
Te fuiste sin aviso mi jinete sin bridas
y yo me martirizo cuando el ayer reviso y solo encuentro... heridas
Tu amor se me deshizo mis manos vencidas
un amor enfermizo en el último piso separó nuestras vidas
Dios me perdone si aún te quiero
quiero del cielo ser un lucero
sé que sus cuerpos se juntan de nuevo
por su abandono ni lloro, ni me quejo
y en mi sendero a los dos les dejo
Lanzarme al vació...Señor...yo no me atrevo.
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